Por Irene Serrano
Mantengo estos días un apasionante diálogo interior acerca de la composición de los pensamientos. Cuál es la debida y conveniente proporción entre razones y sentimientos que los producen y sobre las consecuencias mejores o peores de tomar decisiones más razonadas o, por el contrario, más sentidas.
Tengo que reconocer que estoy teniendo serias dificultades y que, por el momento, no he logrado concluir nada que merezca la pena ser contado. Este tema, además, puede resultar de interés, por sus derivadas. Nos puede ayudar a entender cómo piensan quienes nos gobiernan, cómo generan ideas o proyectos de futuro, o qué razones tienen aquéllos que defienden sentimientos tan irracionales como el deseo de la independencia de algunos territorios. También nos puede permitir acercarnos al modo de pensar de los expertos que se reúnen para tomar decisiones que afectan a las personas, los grupos de poder que intervienen en la redacción de leyes y otros colectivos de interés. Las conclusiones de este debate las expondré aquí la próxima semana, si es que doy con ellas.
Mientras tanto, os voy a dejar un extraordinario alegato de Robin Williams a Matt Damon en “El indomable Will Hunting” que aporta datos de interés para el tema de hoy. ¡Os lo recomiendo, da que pensar!
Si te pregunto algo sobre arte me responderás con datos de todos los libros que se han escrito; Miguel Ángel, lo sabes todo, vida y obra, inclinaciones políticas, su amistad con el Papa, su orientación sexual, lo que haga falta. Pero tú no puedes decirme como huele la Capilla Sixtina, nunca has estado allí y has contemplado ese hermoso techo, no lo has visto.
Si te pregunto por las mujeres, supongo que me darás una lista de tus favoritas, puede que hayas echado unos cuantos polvos, pero no puedes decirme qué se siente cuando te despiertas junto a una mujer y te invade la felicidad, eres duro.
Si te pregunto por la guerra, probablemente citarás algo de Shakespeare: “¡de nuevo en la brecha, amigos míos!”. Pero no has estado en ninguna, nunca has sostenido a tu mejor amigo entre tus brazos, esperando tu ayuda mientras exhala su último suspiro.
Si te pregunto por el amor, me citarás un soneto, pero nunca has mirado a una mujer y te has sentido vulnerable, ni te has visto reflejado en sus ojos, no has pensado que Dios ha puesto un ángel en la tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni que se siente al ser su ángel, al darle tu amor, darlo para siempre, y pasar por todo, por el cáncer. No sabes lo que es dormir en un hospital durante dos meses cogiendo su mano porque los médicos vieron en tus ojos que el término horario de visitas no iba contigo, no sabes lo que significa perder a alguien porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo, dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.
Te miro y no veo a un hombre inteligente, confiado. Veo a un chaval creído y cagado de miedo. Eres un genio Will, eso nadie lo niega, nadie puede comprender lo que pasa en tu interior, en cambio presumes de saberlo todo de mí porque viste un cuadro que pinté y rasgaste mi puta vida de arriba a abajo.
Eres huérfano, ¿verdad? Crees que sé lo dura y penosa que ha sido tu vida, cómo te sientes, quién eres, porque he leído Oliver Twist. ¿Un libro basta para definirte? Personalmente eso me importa una mierda, porque ¿sabes qué? No puedo aprender nada de ti, ni leer nada de ti en un maldito libro. Pero si quieres saber de ti, de quién eres, estaré fascinado. A eso me apunto, pero no quieres hacerlo, tienes miedo. Te aterroriza decir lo que sientes.
¡Tú mueves, chaval!
The scientist – Coldplay
Les dejamos también el vídeo de la escena en la película
Muy fuerte Irene, lo lees y no te deja plano.... y qué difícil.... saber de verdad porqué llegan a conclusiones absurdas otras personas...
ResponderEliminarMe ha gustado eso de tomar "decisiones mas razonadas o mas sentidas", yo no sé qué es mejor, pero me resulta mas fácil las "mas sentidas" .. me tendré que plantear este tema .... debe ser porque soy chica... y a las mujeres nos pueden mas los sentimientos.
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EliminarNo sé si será posible llegar a saber cómo piensan otras personas... Yo misma, sigo sorprendiéndome con lo que yo pienso, o por qué hago algo en un determinado momento, tampoco sé porque quiero más a unas personas que a otras. ¡Y eso que me considero una persona bastante racional!
EliminarPero profundizar en ello, resulta de interés y, al menos, es un tema que se presta a debate... Gracias por tu comentario.
Para entender los mecanismos del cerebro para tomar decisiones te recomiendo que asistas a la conferencia de Neuromarketing que se celebrará el día 22 de abril en CAJAMAR (a falta de confirmar)
ResponderEliminar¡Me apunto, por supuesto!
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