Por Isaac Mesa
Una estafa es como un truco de magia, depende de la confianza en el mago el cual crea una gran puesta en escena para crear la ilusión de que el truco de sacar un conejo de la chistera es un milagro, cuando todos saben que en realidad es una estafa que solo creen los niños.
Europa ha sido una estafa para todos los europeos, un truco de magia barato para saquear los estados nación sin ningún tipo de escrúpulos, con una gran puesta en escena con banderas color azul y un montón de estrellas junto a un himno.
Los europeos hoy nos sentimos como el niño que se hace adulto y desilusionado, comprende que el truco de sacar el conejito de la chistera es simplemente una estafa, perpetrada por banqueros sin escrúpulos y políticos de baja talla moral.
La enorme deuda privada generada ha sido reconvertida en deuda publica socializando las perdidas de los que sabían de antemano que en eso consistía el juego. Ellos llevaban todos los palos de la baraja, pues los usureros tenían en nomina a los políticos que tomaban las decisiones.
La deuda asumida por los estados nación es ilegitima e impagable y está instalada en un clima de desconfianza permanente que crea la sombra cada vez más alargada de los nacionalismos.
En los últimos diez años Europa se ha convertido en un superestado, pero carece de una estructura de poder democrática. En muchos casos, la constitución que rige los destinos de millones de europeos no ha sido refrendada por estos y suplanta las respectivas constituciones nacionales de forma ilegitima.
En Europa tenemos una burocracia títere de los mercados financieros y de multinacionales que ejercen un monopolio brutal, la globalización para ellos está alejada y en las antípodas de lo que significa la unión de las naciones en igualdades, derechos y en el bien común de sus ciudadanos.
La globalización entendida de este modo es un imperio unido a una estructura de poder antidemocrático dominado por un grupo de oligarcas financieros y que ha puesto una bomba a modo de explosión infraccionaria que amenaza con volatilizar los cimientos de Europa tal y como ocurrió en Alemania en 1923.
Desde que comenzó la crisis financiera, las instituciones financieras han convertido la deuda generada de forma especulativa, en deuda pública estatal y ahora a través de la austeridad pública pretenden rescatar esa ingente cantidad de deuda privada.
A los europeos se nos exige el asumir una deuda impagable, jamás los ciudadanos europeos podrán paga esta deuda y todos esos burócratas de la unión europea que no son más que simples títeres en manos de la oligarquía financiera. Lo saben perfectamente.
Estamos en un proceso de desintegración económica, ¿pero es esto el resultado de una mala planificación, es resultado de un conjunto de errores de nuestros políticos o es un plan preestablecido y premeditado?
La respuesta es que ha sido premeditado y durante mucho tiempo planificado, para la concentración del poder en pocas manos. Jamás se ha producido en la historia de la humanidad un traspaso de riqueza del sector público, al sector privado como en estos últimos años.
La sinárquica financiera se asegura que jamás ningún político llegue a un alto cargo sino esta al servio de la banca y España es el más claro ejemplo, esto significa que el bien común queda relegado a un segundo plano.
La sinárquica financiera surge como poder para contrarrestar, los principios de un estado soberano del pueblo y para el pueblo tras la revolución francesa y americana, esta sinárquica financiera se ha apoderado de EEUU y Europa.
La banca de inversión ha sido un instrumento para convertir la economía improductiva en ingentes beneficios a través de la deuda pública mediante el traspaso de los ahorros de los ciudadanos al monopolio de la banca privada.
¿Es lícito que la banca de inversión tenga beneficios fiscales y paquetes de rescate que llevan a la miseria a los ciudadanos? La banca de inversión ha corrompido todo el sistema financiero en Europa, prueba de ello son las Cajas de Ahorro en España, las cuales fueron un instrumento fundamental para el progreso de los ciudadanos españoles y que poco a poco fueron corrompidas por políticos, que hicieron de ellas su prestamista particular para sus más locos desmanes y todo ello ante la mirada de los bancos de inversión, que vieron en las Cajas de Ahorro un suculento bocado y que supieron mover las piezas claves, desde los políticos adecuados a sus intereses, hasta el gobernador del banco de España.
Tengo la sensación de estar ante la tormenta perfecta y no es porque sea adivino, solo es que antes de la lluvia el cielo se oscurece.
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