Abrir las puertas a los ciudadanos

Por Daniel Movilla  

Llevo muchas semanas, quizá meses, afirmando rotundamente que desde los puestos directivos de Sociedad Civil nos hemos equivocado en muchos planteamientos, y a pesar de algunas voces discordantes sobre el particular, que también las hay, hoy me reafirmo en mis convicciones y por eso, trato de pasar de las musas al teatro y poner en negro sobre blanco las modificaciones iniciales que creemos que pueden abrir de verdad las puertas de nuestra formación a los ciudadanos.

Se proponen dos modificaciones fundamentales:

Una, es que todo aquel ciudadano que quiera pertenecer a nuestro movimiento, pueda hacerlo desde el minuto uno, con una simple presentación de dos personas afiliadas. Y que también, desde ese primer minuto, ese nuevo afiliado se pueda involucrar en la dinámica interna de Sociedad Civil y Democracia tanto siendo elector, como siendo elegible para algún puesto de responsabilidad.

Otra modificación es la libertad en las aportaciones económicas para los afiliados y simpatizantes de Sociedad Civil y Democracia.

La Ley Orgánica sobre Financiación de partidos establece que los partidos políticos podrán recibir, de acuerdo con sus Estatutos, cuotas y aportaciones de sus afiliados, adheridos y simpatizantes. 

Esa posibilidad, que no obligación, es la que nos ha permitido proponer que ningún afiliado de SCD tenga obligaciones económicas con el partido. Nos financiaremos, hasta donde podamos, con las aportaciones voluntarias de los ciudadanos que quieran ayudarnos. 

La misma Ley de Financiación también determina que los partidos políticos no podrán aceptar o recibir directa o indirectamente donaciones anónimas, pero si donaciones procedentes de una misma persona física o jurídica que no sean superiores a 100.000 euros anuales. Fíjense si tenemos margen para que aquellos que crean en nosotros, nos ayuden económicamente.

Esas modificaciones propuestas hasta ahora, afectan a la condición del afiliado y sus obligaciones.

Pero por otro lado, hemos querido proponer también una modificación necesaria, bajo nuestro punto de vista, y que sirva para dimensionar realmente SCD. Somos todos ya conscientes de otra de nuestras equivocaciones. En un movimiento ciudadano, lo que tiene que haber son muchos ciudadanos de a pie impulsando ese movimiento y no unos pocos ciudadanos de a pie y un montón de cargos administradores de la nada.

Por eso proponemos una reducción drástica de los cargos directivos de Sociedad Civil y Democracia. Mantenemos, con un numero de miembros mas reducido, los órganos de control y fiscalización del partido, pero proponemos que mientras SCD no tenga la dimensión adecuada, o su numero de afiliados no sea relevante y con plazo máximo de dos años, Sociedad Civil y Democracia sea gobernada ejecutivamente por una Comisión Gestora, elegida, eso si, democráticamente, pero con un número máximo de cuatro personas, que de forma colegiada sean capaces de atraer a los ciudadanos españoles hacia nuestras ideas y nuestro compromiso político.

Estas son nuestras propuestas. Ahora es su decisión y su libertad, pero la nuestra ha sido presentarles lo que creíamos mas adecuado para el momento que vivimos.