Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

11 de diciembre de 2013

El empecinado

Por Daniel Movilla  

Hace ya muchos años, allá por 1775, en los alrededores de Valladolid, en un pueblecito llamado Castrillo de Duero, nació Juan Martín, un simple labriego, hijo de labriegos, y nieto de labriegos, a quien el destino le tenia guardada una historia muy cercana a la gran leyenda.

En otro apartado de este blog, podrán ustedes leer la historia completa de Juan Martín, mas conocido como "El Empecinado". Pero quiero aprovechar antes la parte inicial de su historia, para que comprendan y vean ustedes que las palabras, algunas veces, gracias al valor y la gallardía de ciertas personas, cambian su significado, y en ocasiones históricas, como la actual, y por culpa del ruin comportamiento de otras personas, no nos queda mas remedio que acordarnos de su significado inicial.

A Juan Martín le llamaban el Empecinado, porque en su pueblo había un arroyo llamado Botijas, que acumulaba pecina, una especie de lodo negro, formado por barro y cieno que se forma por la existencia de materia orgánica en descomposición. A todos los de su pueblo les llamaban los empecinados.

Sin embargo, la palabra empecinado cambió históricamente su significado gracias ala tenacidad y constancia de este hombre, en todas sus acciones y planteamientos vitales. Una persona empecinada es, hoy, alguien que se mantiene firme en una opinión o actitud a pesar de las razones o las dificultades que pueda haber en contra.

Casi doscientos años después de la muerte de El Empecinado y viendo la situación actual de la política española y las decisiones de la persona que hoy preside el gobierno de España, casi todas ellas contrarias a su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución, desdiciéndose de sus promesas electorales y despreciando el dolor y la dignidad de las victimas del terrorismo, yo me pregunto si no cabria la posibilidad de otorgarle al señor Rajoy el apodo del empecinado, en una acepción mas cercana a la originaria y establecer para él, que un empecinado es aquella persona que vive tranquila y permanentemente rodeado del fango que se forma en los aledaños del poder y que trae su consecuencia de la descomposición de sus principios y de los valores fundamentales de un ser humano.

1 comentario :

  1. Así me gusta. Disparando con bala. O, mejor todavía, con trabuco. No se merece menos

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