Recuperamos del blog de Fundación Civil una interesante reflexión en la voz de Mario Conde
El asesinato de la Presidenta del PP conmociona. No solo por tratarse de una vida humana. También por sus circunstancias. Nadie tiene derecho a tomarse lo que entienda por justicia de su propia mano. Ni nadie a usar su poder para cometer injusticias.
Debería ser motivo de reflexión. No sólo el asesinato sino las reacciones sociales. Podría resumir con el adjetivo "preocupante". Pero no...va más allá. Vamos directos hacia un estado inmoral con una sociedad inmoral que, en su fuero interno justifica la barbarie como salida a un problema. Lo único que demuestra es una patología política en la que la reacción va ser la única medicina. Y ese mensaje ha calado ya entre nosotros. En un régimen de libertades democráticas el ejemplo es fundamental. Decía una amiga el otro día que los políticos son el reflejo de nuestra sociedad. Yo creo que es lo contrario: nuestra sociedad refleja los políticos que tenemos. Nadie quiere cambiar posición en el ecosistema. La acelga quiere seguir siendo acelga, la cabra, cabra y el león, león. La idea de cambio real, asusta. Y el cambio es imprescindible. Sostener lo que no funciona por comodidad crea monstruos....que viene a ser lo de "el sueño de la razón"...en fin...tristeza. No quiero este país para mi hijo. Tristeza.
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