Por Daniel Movilla
Llevo unos días enfrascado en asuntos personales variados y sin tiempo material para dedicarme a escribir y airear alguna inquietud personal. De esas que sientan bien compartir para que no aniden dentro y nos creen un malestar permanente.
Por fin hoy he conseguido robarle tiempo al tiempo y encontrar al menos unos minutos para contarles algo que me ha sucedido esta semana y que quizá no tenga mayor importancia para muchos de ustedes, pero para mi es síntoma de la dejadez y la inconsistencia histórica de nuestros políticos, nuestros legisladores y nuestros jueces.
He recibido la semana pasada una notificación de la Conselleria de Facenda de la Xunta de Galicia en la que me daban un trámite de audiencia para rebatir una valoración de un inmueble que yo había heredado hace ahora un año y medio.
La notificación, con mas de tres folios escritos por las dos caras, me fue remitido a mi domicilio en Valladolid y en ese escrito, todas y cada una de las palabras que contiene, estaba escrita en gallego.
Ni una sola palabra en castellano en ninguno de sus folios y claro, lo primero que hice fue buscar de nuevo al artículo 3 de nuestra olvidada Constitución, donde dice textualmente: “El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla"
Con independencia de estar o no de acuerdo con la valoración paralela que me hacían, con lo que no estoy de acuerdo en absoluto es con que la Xunta de Galicia me remita un escrito solo en gallego, cuando no tengo ninguna obligación de conocer el idioma gallego y si el derecho constitucional de que, como español, se me remitan los escritos en castellano.
El Gobierno Vasco, que también envía sus escritos oficiales en vasco, tiene al menos la decencia de dividir en dos partes sus comunicaciones y remite las mismas, en los dos idiomas: vasco y castellano.
Por supuesto que he impugnado la notificación de la Xunta y no solo por no estar de acuerdo con la valoración del inmueble - esa es otra, la voracidad de las haciendas locales para crujirnos a impuestos - sino porque exijo que toda notificación que me llegue, sea de donde sea, me sea remitida en castellano, que es la lengua oficial del Estado.
Y así se lo he hecho saber al gobierno gallego en mi escrito de contestación, manifestando mi decisión de impugnar toda comunicación que me llegue escrita en otro idioma que no sea el castellano y acudir en última instancia al Tribunal Constitucional en defensa de mis derechos.
Pero lo mas importante que quiero reseñar y por eso hablaba de la dejadez e la inconsistencia de nuestros máximos representantes políticos, legislativos y judiciales, es que este alarde de osadía y desfachatez a la que ha llegado la Administración gallega, al permitirse enviar a un ciudadano de Valladolid una notificación escrita únicamente en gallego, trae su causa de la permisividad de nuestros Tribunales de Justicia, nuestro Parlamento Nacional y nuestro Ejecutivo, que han permitido campar a sus anchas a los representantes políticos de aquellas formaciones que desde siempre lo único que han perseguido es la división de España y la independencia de sus respectivos territorios.
Y a día de hoy, esto que me ha pasado a mi, que quizá como digo, para ustedes no sea mas que una sola gota, para mi es el síntoma claro de que estamos llegando al momento crucial de la tormenta perfecta y España, si o si, va a romperse en mil pedazos.
Lo que te ha sucedido,con la notificación escrita en gallego,lo vengo notando hace un tiempo.Hasta no hace mucho,se enviaban en gallego y español,al igual que citas,sucede el Vascongadas.
ResponderEliminarLa sensación que deja en el cuerpo,este tipo de situaciones,es que no existe Autoridad preestablecida,que sancione este proceder.Imagino,por sentido común,que es de injerencia del Ministerio del Interior.
Algo,tengo claro.Podrán querer romper España,en pedazos.Sólo lo lograrán,si los españoles,lo permitimos.Llegará el momento y creo antes que después,que el hartazgo,inundará a la sociedad.El tema es muy peligroso y puede desencadenar en una confrontación absurda,que volvería a llenar de sangre las calles de este hermoso y gran país,pesimamente administrado y corrompido,en gran parte de la Administración.
Completamente de acuerdo, Daniel, incluso con el apocalíptico ultimo párrafo.
ResponderEliminarAplaudo tu impugnación. Si los ciudadanos protestásemos cada vez que pisan nuestros derechos no habríamos llegado a esta situación.
Cada vez son más los casos en los que la gente tiene que renunciar a la herencia porque no pueden pagar los impuestos correspondientes. Las valoraciones que hace la administración en materia de suelo e inmuebles no están basadas en la legalidad vigente, sino en valores de la década de la burbuja con lo que están sobrevaloradísimos, estoy harta de ver ejemplos de ello cada día. Además, teniendo en cuenta que para poder recurrir en los juzgados, primero tienes que pagar los impuestos correspondientes y después, ir a los tribunales, con las tasas y todos los elementos disuasorios que han dispuesto, te encuentras en una situación de completa indefensión. Salvo que seas una gran empresa con un departamento jurídico y técnico que te permita recurrir todas las resoluciones injustas y puedas pagarte la justicia. Esto no se puede llamar justicia porque sólo está al servicio de quien se la puede pagar.
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