Un hombre apasionado, una persona a caballo entre dos siglos, y justo entre las dos repúblicas españolas, que se dejó la piel primero en ser él mismo y luego en ayudar a otros a ser ellos mismos, cuando cambió la investigación científica por la gestión de la ciencia.
"Odón de Buen es un personaje desconocido y olvidado. Su apuesta política, su muerte en el exilio, su republicanismo insobornable ha impedido que en España su recuerdo esté vivo" Odón de Buen: toda una vida, escrito por el periodista científico Antonio Calvo Roy
El 18 de noviembre de 1863 nacía en la localidad zaragozana de Zuera, Odón de Buen, un personaje fundamental de la biología española del primer tercio del siglo XX, el fundador del Instituto Español de Oceanografía.
Estudió el Bachillerato en Zaragoza y comenzó la licenciatura en Ciencias Naturales en la capital aragonesa, aunque se licenció en 1884, con Premio Extraordinario, en la Universidad de Madrid.
En 1885, comisionado por el Ministerio de Fomento, realiza investigaciones oceanográficas en la fragata Blanca, en un viaje de instrucción de guardiamarinas; sale de Cartagena con rumbo al norte de Europa primero y el Mediterráneo y costas de norte de África después. El viaje fue el origen de un libro que con el título De Kristianía a Tuggurt publicó en 1887. Este viaje fue crucial en la vida de Odón de Buen, que contaba tan sólo 22 años, y fue el que marcó el destino de su futura inclinación científica, así como el desarrollo de la ciencia oceanográfica en España.
En 1887, también en la Universidad de Madrid, se doctoró en Ciencias Naturales y dos años después ganó la cátedra de Zoología en la Universidad de Barcelona, donde estuvo hasta 1911, en que se trasladó a Madrid. En la Universidad catalana reformó la enseñanza de las ciencias, de manera que los alumnos tenían que realizar prácticas de laboratorio, realizar salidas al campo, etc.
En 1889 se casó con Rafaela Lozano Rey, con la que tuvo seis hijos. Desde muy joven enfiló a una Iglesia radical que impedía el progreso y decidió, con todo lo que suponía en aquella época, no bautizar a sus hijos.
Odón de Buen introdujo las doctrinas darwinistas en España, lo que le supuso la separación de la cátedra en 1895. Sus libros escolares fueron incluidos en el índice de Libros prohibidos por la Iglesia Católica. Esta decisión política generó en Barcelona una serie de disturbios a las puertas de la Universidad que provocaron el cierre de la misma durante dos meses. Mientras tanto, reanudó sus clases en el gran salón del Centro Federal hasta que el Gobierno le devolvió su plaza para evitar males mayores. Desde entonces continuó su labor docente en Barcelona con cierta normalidad, si bien, siempre cuestionado por la jerarquía católica catalana, hasta que se trasladó a la Universidad Central de Madrid.
En estos años escribió varios manuales para los alumnos universitarios. Sus textos fueron declarados de mérito por el Consejo de Instrucción Publica y libros como Geología (1890), Zoología (1890) y Botánica (1891) fueron editados numerosas veces. Realizó una importante labor científica y de divulgación durante toda su vida, sin excluir obras ajenas al pensamiento científico como sus textos autobiográficos.
En 1896 publicó una excelente Historia Natural en la que podemos leer algunos detalles de su personalidad:
"He de ser tan correcto, tan severo, tan tolerante en la cátedra exponiendo la ciencia, como activo, enérgico, inexorable en mi labor de propagandista popular, fustigando los vicios de la sociedad en que vivimos. Así creo cumplir mis deberes de hombre de ciencia y de ciudadano de una nación civilizada"
Odón de Buen logró el permiso gubernamental para crear el Laboratorio Biológico-Marino de Baleares en Porto Pi que, inaugurado el 2 de mayo de 1908, dependía de Universidad de Barcelona. Asimismo, ese año fundó la Estación Biológica-Marina de Málaga, dependiente de la balear, que tenía como finalidad principal el estudio del mar de Alborán y del estrecho de Gibraltar.
En cinco años, entre 1902 y 1907, hubo nada menos que 11 cambios de gobiernos y 8 presidentes; y el turnismo de liberales y conservadores dejaba fuera cualquier otro partido. Odón de Buen fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona, por Fusión Republicana, durante cuatro años. Y una de las cosas que consiguió desde ese puesto fue el uso de los salones del Ayuntamiento para los matrimonios civiles. Acérrimo seguidor de Nicolás Salmerón, fue elegido senador cuando se presentó por la formación Solidaritat Catalana, que había organizado Salmerón tratando de unir a los republicanos de todas las tendencias.
En 1909 el poder eclesiástico le relacionó directamente con los hechos ocurridos en la Semana Trágica de Barcelona y fue objeto de persecución hasta ser finalmente excomulgado por el obispo de Barcelona en 1910 y obligado a abandonar esta ciudad, sufriendo el traslado forzoso a la Universidad Central de Madrid donde en 1911 tomó posesión de la cátedra de Historia Natural. En Madrid, a pesar de la experiencia sufrida en Barcelona, no abandonó sus ideas y, aún con el escaso tiempo que le dejaban la dirección y gestión de sus fundaciones científicas y su labor docente, participó activamente en la vida política española.
En 1910, inauguró el Museo Oceanográfico de Mónaco y en 1914 consiguió fundar el Instituto Español de Oceanografía, desarrollado sobre las ideas de algunos inquietos naturalistas españoles de mediados del siglo XIX que sentían la necesidad de realizar estudios científicos de las aguas españolas con la misión de “estudiar las condiciones físicas, químicas y biológicas de los mares que bañan nuestro territorio, con sus aplicaciones a los problemas de la pesca”
Durante unos años, Odón de Buen ocupó un lugar destacado en la oceanografía mundial, asistiendo a innumerables Congresos y presidiendo buen número de ellos. En 1919, participó en la constitución definitiva de la Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mar Mediterráneo. En su discurso, Odón de Buen dijo entre otras cosas:
"Sufre ahora la Humanidad enormes trastornos económicos. Se afanan los Gobiernos todos por el aumento de los recursos alimenticios temiendo grandes catástrofes si no aumentaran. El mar es una fuente inagotable de alimentación sana, barata, que incesantemente se renueva; pero hace falta reglamentar sabiamente su explotación y sin la base de los estudios oceanográficos no podrá adelantarse un paso, corriendo el grave riesgo de secar la fuente en vez de aumentar su caudal"
Estas ideas, avanzadísimas para su tiempo, son un anticipo de lo que es actualmente el desarrollo sostenible y la conservación marina. Uno de los últimos proyectos de Odón de Buen fue el de organizar una explotación mejillonera en el delta del Ebro.
En 1936, tras el golpe de Estado que desató la Guerra Civil, Odón de Buen acabó en la cárcel. A sus 74 años, enfermo de diabetes y medio ciego, pasó un año encerrado con más de 300 personas, casi todas presos políticos, en un antiguo convento de Palma de Mallorca.
Gracias, entre otras, a gestiones de embajadores y delegados de países pertenecientes al Consejo Internacional para la Exploración del Mar, fue canjeado por una hermana y una hija del fallecido D. Miguel Primo de Rivera. Se estableció en Valencia y posteriormente se trasladó a Francia.
En 1942 se trasladó a México. Allí preparó un libro que se editó en 1943 en Buenos Aires, y que tituló "Síntesis de una vida política y científica" y en el que a través de sus discursos hace una encendida defensa y justificación de sus ideas y de su actividad vital. Murió en 1945 en México D.F. con 82 años.
En el año 2003, los restos mortales del oceanógrafo de Zuera fueron inhumados en el cementerio de su pueblo natal y hoy, un barco del Instituto Oceanográfico Español lleva su nombre.
Fuentes
Odón de Buen: por la ciencia, el laicismo y la república
Odon de Buen y del Cos
Odón de Buen: Toda una vida
El divulgador de la ciencia acosado por la Iglesia
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