Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

10 de enero de 2014

El hombre que iluminó el mundo

¿Ha existido en la historia de nuestra humanidad alguien que hubiera hecho posible el sueño del ser humano en obtener energía libre y gratuita?

Uno de los científicos menos reconocidos, pero que aportó uno de los mayores avances tecnológicos a la humanidad. Una mente incomprendida que no pudo luchar contra el capitalismo americano.

Desaparecido de nuestros libros científicos y de los libros de texto. ¿Quién fue Nikola Tesla? ¿Qué es lo que descubrió y por qué cayó en el olvido?

A su muerte la historia manipulada intento borrar su huella y exaltar a hombres como Edison que fue proclamado el padre de la energía y que se unió sin reparo a las críticas contra Tesla a pesar de que sin él, Edison no hubiera sido nadie.

Nikola Tesla (10 de julio de 1856 - 7 de enero de 1943) nació en Similjan, en lo que entonces era el Imperio Austrohúngaro y hoy es Croacia. Genio desde sus primeros años de estudiante y apasionado de las matemáticas y las ciencias era capaz de memorizar libros completos y de realizar complejos cálculos matemáticos para desconcierto de sus profesores.

Su padre, que era pastor ortodoxo, le presionaba para que siguiera su vocación religiosa, pero se sintió más motivado por el instinto desarrollador de su madre, creadora de artilugios que le servían de ayuda en las tareas del hogar como el batidor de huevos mecánico. Estudió ingeniería mecánica y eléctrica en Austria y física en Checoslovaquia y trabajó en varias compañías eléctricas y telefónicas por toda Europa.

En 1884 llegó a Nueva York. Tenía 28 años, unos pocos centavos y una carta de recomendación para Thomas Edison escrita por uno de sus socios en Europa que decía: "Querido Edison: conozco a dos grandes hombres y usted es uno de ellos. El otro es este joven"


En aquella época Tesla estaba muy interesado en el estudio de la corriente alterna, algo que Edison veía en parte como competencia a sus instalaciones de corriente continua que desde hacía unos pocos años monopolizaba la iluminación de Nueva York y otras ciudades de EE.UU. Aún así Edison contrató a Tesla con el fin de que mejorara los diseños de sus generadores de corriente continua. Tesla se dedicó a esta tarea durante casi un año mientras que en el proceso proporcionaba a Edison diversas y lucrativas nuevas patentes. Pero cuando Tesla alcanzó sus objetivos Edison se negó a pagarle la recompensa prometida de 50.000 dólares alegando que tal promesa había sido "una broma americana". Peor aún, se negó a subirle el sueldo a 25 dólares a la semana, lo que hizo que Tesla dimitiera decepcionado por el que hasta entonces había sido su héroe.

Después de una mala época, en 1887 la Western Union Company le proporcionó fondos con los que pudo dedicarse a investigar y trabajar en el desarrollo de los componentes necesarios para generar y transportar corriente alterna a largas distancias. Esta tecnología es básicamente la misma que se utiliza hoy en todo el mundo. Entre estos desarrollos se encontraban las bobinas y el motor eléctrico, presentes de forma masiva en la tecnología moderna.

En aquellos años George Westinghouse, inventor de los frenos de aire para los trenes y propietario de The Westinghouse Corporation, compró a Tesla sus patentes para la manipulación de la energía eléctrica y le ofreció además el pago de royalties por la explotación de la energía eléctrica que se generase con sus inventos. Esto supuso un respiro económico para Tesla, quien puedo dedicarse al desarrollo de otros inventos en su propio laboratorio. La comercialización de la corriente alterna fue el inicio de la Guerra de las Corrientes con Edison.

Edison defendía el uso de su corriente continua (el estándar entonces en EE.UU.) mientras que Tesla defendía las ventajas de la corriente alterna, que fue la que finalmente se impuso. 

Edison únicamente defendía la corriente alterna para ser utilizada en la silla eléctrica con el fin de desprestigiarla mientras se dedicaba a electrocutar públicamente perros y caballos para demostrar los peligros de la idea defendida por Tesla.

Pero la corriente alterna era objetivamente mejor alternativa que la corriente continua y acabaría imponiéndose muy a pesar de Edison y General Electric que se había hecho con la tecnología de corriente continua de éste. En 1883 The Westinghouse Corp. fue contratada para desarrollar un generador de corriente alterna en las cataratas del Niágara.

Debido al coste económico que supuso por aquel entonces la carrera tecnológica en favor de la corriente alterna George Westinghouse le sugirió a Tesla que renunciase a recibir los crecientes royalties que éste venía recibiendo por la generación de energía. En un gesto magnánimo y torpe Tesla accedió y rompió el contrato que le unía a Westinghouse como agradecimiento a quien había creído en él en los inicios. Después de esto los problemas económicos de Tesla no tardarían en volver a aparecer para convertirse en una constante durante el resto de su vida.

En los años siguientes Tesla se concentraría en la experimentación especialmente en el campo de las ondas de radio y de las altas frecuencias.

Gracias a las altas frecuencias Tesla pudo desarrollar algunas de las primeras lámparas fluorescentes de neón. También tomó la primera fotografía en Rayos X. Pero estos inventos palidecían comparados con su descubrimiento en noviembre de 1890, cuando consiguió iluminar un tubo de vacío sin cables, haciéndole llegar la energía necesaria a través del aire. Este fue el comienzo de la gran obsesión de Tesla: la transmisión inalámbrica de energía.

Así llega el Siglo XX. En 1909 el italiano Marconi gana el premio Nobel por su aparato de radio que sin embargo utilizaba hasta 17 patentes tecnológicas propiedad de Tesla para transmitir la primera señal de radio que cruzó el Océano Atlático en 1901. No fue hasta 1943, una vez muerto Tesla, cuando la Corte Suprema reconoció la prioridad de Tesla sobre la patente de la radio. Pero este gesto estaba destinado más bien a evitar la demanda que Marconi había iniciado contra el Gobierno de EE.UU. por utilizar su radio durante la I Guerra Mundial.

Los trabajos de Tesla en robótica y comunicaciones en red sin cables han probado ser adelantados a su tiempo. Y sus diseños para una turbina sin aspas y una bomba sin ningún tipo de parte móvil (modelada a partir de un diodo) continúan intrigando a los ingenieros contemporáneos.

En sus últimos años se dedicó casi por completo a su gran sueño de transmitir energía de forma aérea, sin cables, aprovechando la coductividad de las capas superiores de la atmósfera, la ionosfera, para distribuirla libremente por todo el planeta.


Tesla buscaba inversor para su nuevo proyecto, un sistema inalámbrico para la transmisión de información que se conoció como la Torre Wardenclyffe. Para este colosal emprendimiento necesitaba forzosamente un caudal importante de dinero, por lo que negoció con el multimillonario J.P. Morgan.

Morgan, que vio la posibilidad de acceder a un virtual monopolio del sistema de energía y comunicaciones, le dio 150.000 dólares para desarrollar sus inventos y un terreno en Long Island donde instaló el laboratorio de Wardenclyffe. Durante la negociación con Morgan, Tesla le cedió el 51% de la participación y aceptó no divulgar la participación del financiero en su empresa.

Pero cuando el inventor le expuso que su objetivo último era distribuir la energía eléctrica a todo el mundo y a muy bajo coste, el financiero temió por el futuro de su imperio, le retiró el apoyo económico y desalentó a nuevos inversionistas.

Tesla, jamás se interesó en congeniar con el establishment y usar su tecnología para generar dinero. El multimillonario J.P. Morgan abandonó a Tesla cuando éste no quiso poner su tecnología al servicio del capitalismo. Su visión de energía gratuita ilimitada, algo que pudo haber logrado, entró en evidente conflicto con los intereses económicos de su época.

La torre fue derribada en 1917 tras doce años de abandono. Hoy se conserva el edificio base con una placa conmemorativa en recuerdo de Tesla que se colocó en 1976, con motivo de su 120 aniversario.

Nikola Tesla murió de un infarto en Nueva York el 7 de enero de 1943 en la habitación del hotel en la que vivía. Murió estando solo, casi arruinado y bastante olvidado, rodeado de teorías de conspiraciones y robos debido a la desaparición de muchos de sus papeles, notas y esquemas técnicos.

En plena Segunda Guerra Mundial, el FBI se encargó de requisar todos sus materiales, cajas, cuadernos de notas… creándose el Informe Tesla y realizando registros en aquellos lugares donde Nikola Tesla pudiera tener anotaciones o referencias de sus inventos.

Años más tarde, la familia Tesla y la embajada Yugoslava lograron recuperar el material incautado que hoy día se encuentra expuesto en el Museo de Nikola Tesla (Belgrado).





Fuentes:

Tesla Memorial Society of New York

Película: El Secreto de Nikola Tesla (1980)
3 libros imprescindibles

2 comentarios :

  1. Interesantísimo... enhorabuena, muy buen trabajo!
    Parece claro que al sistema no le interesan los inventos y proyectos que sirven para mejorar la vida de la gente, sólo aquello que pueda hacer ganar mucho dinero a los poderosos. ¡Cuántos grandes cerebros como Tesla se habrán perdido por no ajustarse a las reglas que gobiernan este mundo!

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  2. Simple:
    mis mas grandes felicitaciones por publicar este artículo.

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