Vivimos entre dos épocas, una en decadencia, pero que no acaba de irse; y otra, seguro que mejor, que no acaba de llegar. En ese espacio intermedio nos encontramos ahora, en el mientras tanto, asistiendo al nacimiento de una nueva era.
Y de cómo seamos capaces de afrontar este momento y los problemas que hoy tenemos, de cómo resolvamos la desigualdad, de cómo consigamos mantener el estado de bienestar, cada vez más inexistente, la protección del medio ambiente, de cómo eduquemos a nuestros hijos y les ofrezcamos los recursos necesarios para afrontar su futuro con ilusión y entusiasmo, de cómo hagamos lo imposible para conseguir su felicidad presente y futura. De cómo resolvamos nosotros todo esto dependerá el cómo sea la nueva era hacia la que caminamos hoy.
Por ello necesitamos hoy más que nunca, librepensadores, personas que se cuestionen cada realidad oficial, con criterio y visión de futuro, centros de pensamiento que deliberen con una actitud crítica y responsable acerca de los grandes temas que nos preocupan o que deberían preocuparnos, que nos den pautas para continuar y personas que con su carisma sean capaces de arrastrarnos hacia ese nuevo tiempo. Filósofos, sociólogos, artistas, juristas, escritores y poetas, plataformas de ciudadanos, personas exigentes que no dependan del poder establecido, de los oligopolios, de los grupos de presión, que puedan mostrarnos con total independencia el camino a seguir.
Sólo así recuperaremos el futuro que hoy nos ha sido arrebatado.
Irene: Claro que necesitamos todo eso, pero tu sabes donde están esos librepensadores, filósofos, poetas.........?
ResponderEliminarHola Irene.
ResponderEliminarPrecisamente en eso que comentas están los cimientos de las mejoras organizativas de todas las sociedades. Promover el cambio sin colocar esos cimientos previamente en la sociedad civil es como construir un castillo de naipes. Los esfuerzos deben centrarse en la base,.. es un camino más lento pero el único, si queremos que los cambios sean profundos y duraderos.
Alarico, conozco a muchos librespensadores, seguramente tú seas uno de ellos. En realidad todo el mundo tiene ideas que aportar que merecen ser escuchadas, solo hay que crear las vías de participación y debate para que todas las voces sean oídas, hay debemos poner el esfuerzo.
Un abrazo a todos, enhorabuena por la reflexión Irene.
Enrique Núñez.