Por Mario Conde
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Hay que ser un ignorante cósmico de la Historia de España, del proceso de su construcción en la agregación de Castilla y Aragón, para tomarse a broma a los independentistas, y de manera muy sustancial a los catalanes, que son los mas viejos en el arte de intentar romper la unidad de eso que llamamos España.
El independentismo es mas que una ideología política. Alcanza casi la categoría de una religión basada en postulados alejados de la racionalidad económica y social para fermentar en los campos de emociones prefabricadas y apelaciones a una historia pasada como si tuviéramos necesariamente que repetir el futuro importando el pasado sin tamizarlo por las experiencias del presente.
Si alguien se cree que el independentismo desapareció en Cataluña con la derrota del siglo XVII o con los decretos de Nueva Planta de Felipe V, es que no tiene la menor idea de como funciona ese “hecho religioso”. De ahí que renaciera a raíz del error de incluir las “nacionalidades” en el texto de la Constitución de 1978. En ese instante comenzaron de nuevo a frotarse las manos porque sabían que trabajando con tesón y en la oscuridad, escondiéndose bajo los apelativos de nacionalistas no independentistas, podría trazar una hoja de ruta que les condujera al edén deseado. Mas de uno debió pensar: "estos españoles son idiotas; no se enteran de qué va a la fiesta"
Y los sucesivos gobiernos, en un alarde de ignorancia histórica que se tradujo en una imperdonable imprudencia política — excluyo el dolo con cierto pudor — les entregaron el arma que necesitaban: la educación, y cometieron el error de que la idea independentista fructificara en la semilla de la lengua, como si el catalán no fuera un derivado del romance al igual que el castellano o el gallego. Y cuando el independentismo creyó llegado su momento y comenzaron a salir a la luz las ideas claves de su ideología religiosa, los gobiernos, en otro alarde de ignorancia sideral, despreciaron el proceso tomándoselo a broma.
No se lo creyeron y siguieron ignorando y diciendo que con esos bueyes no iban a ninguna parte. Pues han llegado al 27 de septiembre. Y el Plan, confeccionado desde hace muchos años, se ha cumplido a rajatabla. Ante la ineptitud de los sucesivos gobiernos capaces de cometer una tremenda irresponsabilidad para con España.
Y ahora de nuevo por la puerta de atrás con este proyecto de Ley Orgánica que quiere convertir al Tribunal Constitucional en un delegado del gobierno para paralizar la independencia catalana mediante la potestad sancionadora y la capacidad de suspender a Gobernantes. No sé si es verdad que está inspirado en el modelo alemán o austriaco, pero es que me da igual. Jurídicamente es un despropósito de primer orden. El TC dicta sentencias referidas a si un acto o una norma se ajustan o desajustan a la constitución. Si quieren pueden tipificar como delito agravado el incumplimiento de sus sentencias. Pero eso exige un proceso. No puede imponerse pena alguna, y menos penas graves, sin un proceso. Eso es un desastre jurídico. Que atribuyan la competencia al Tribunal Supremo, que busquen procedimiento de urgencia, que legislen medidas cautelares, pero no este desperfecto mayor consistente en pena sin proceso con todas las garantías.
Y políticamente, como es un medida ad hoc para un momento histórico y para unos españoles — los independentistas catalanes — es una ley ad casum y es normal que vean los catalanes en el Tribunal Constitucional una instancia política, — ya lo creía, ahora lo corroboran — un instrumento de vestimenta aparentemente judicial para hacer lo que el gobierno de la nación no se atreve hacer, para actuar por la puerta trasera cuando tienen la principal de acceso abierto, que es el articulo 155 de la Constitución. Y ahora, el gobierno, asustado apela a Europa. Y me imagino la cara de los europeos cuando vean qué cosas hacen los españoles con la producción de leyes especiales.
Creo que esta norma contribuirá a aumentar el numero de independentistas. ¿Y qué va a hacer? ¿Suspender a Mas? ¿Para que le sustituya el Vicepresidente? ¿Y suspender al Vicepresidente y asi sucesivamente? ¿Multar con 30.000 euros? ¿Tan barata es la independencia de Cataluña?
Alguien ha perdido la memoria histórica y ahora la cabeza.
Se puede hablar más alto pero no mas claro y con tanta precisión. Aquellas peticiones nacionalistas a los consentidores "padres gobiernos". Aquellas, luego exigencias de estos caprichosos politicos. Aquella cataratas que posteriornente se convirtieron en amenazas. No eran otra cosa que su religión como certeramente dice Mario Conde. Solapadas todas ellas bajo un
ResponderEliminarobjetivo: la independencia. Mientras las demás comunidades autónomas mirabamos absortas ante ese obsceno juego en el que nos dejaban en el banquillo y sin el "scalextric", el coche, tren, las muñecas rodando como una peonza altededor de este partido.Asuncion Soto