la boca dulce y los ojos vivos
quien conmigo duerme me habla despacio
me susurra calma y amparo y el mundo deja de herir
y quienes en el mundo viven se desvanecen
tras su aliento húmedo al entrar en mis oídos
en la tregua del íntimo desorden
solo ya saliva y sudor
el esfuerzo en mi boca de una palabra quizá dos
para dormir al fin atrapada en su sosiego
quien duerme conmigo lee en mi desvelo
y con su empeño sostiene mi pobre descanso
No hay comentarios :
Publicar un comentario