Summertime, quizás sea la canción del siglo XX que ha sido más versionada y ha traspasado todos los géneros posibles. Según algunas fuentes hay 38.000 versiones registradas.
Fue compuesta en 1933 por George Gershwin, para su ópera musical Porgy and Bess, que se estrenó en septiembre de 1935. Con esta canción Gershwin trata de crear su propio espiritual negro a modo de un peculiar blues afroamericano de la época.
Porgy & Bess nos sitúa en los barrios marginales de Charlestown (Carolina del Sur), donde las notas de jazz y de blues ponen voz a las almas de los protagonistas.
El genial George Gershwin nos muestra una realidad escondida de la sociedad norteamericana, donde la pobreza y la falta de escrúpulos empujan a los protagonistas hacia su destrucción. De entre todos ellos, destaca Porgy, el único personaje que lucha verdaderamente por lo que ama. Él hará todo lo posible para ayudar a Bess a redimirse y a alejarse de las malas compañías.
La música en esta ópera es la banda sonora de los barrios afroamericanos, de los sentimientos de marginalidad y de las segundas oportunidades. Las notas de jazz, gospel y blues nos adentran en los personajes para mostrarnos la desesperación, la rabia y, también, el amor.
La letra de Summertime, la escribió Du Bose Howard, autor de la novela Porgy, en la que se inspira la ópera. Los acordes de la canción sobrevuelan durante toda la obra, convirtiéndose en un tema repetitivo que recuerda algo más que el carácter rural de la historia.
La crítica recibió con división de opiniones su estreno. Y se puede considerar que fue un fracaso financiero. Pero aquella melodía prendió entre los músicos de jazz. En 1936, una grabación de Billie Holiday fue la primera en llegar a las listas de éxitos de EE.UU. unos meses más tarde de su estreno y tuvo una importante repercusión. Poco después vendrían las memorables versiones de Louis Armstrong y Ella Fitzgerald, Coleman Hawkins y la sobresaliente interpretación de Miles Davis en el año 1958.
Después un reguero inabarcable de versiones, podría decirse que todos los grandes músicos de jazz se vieron cautivados por la estructura de esta composición con alma de blues.
La versión de mayor éxito comercial fue de Billy Stewart, que alcanzó el puesto 10 en el Billboard Hot 100 en 1966.
Hay una versión digna de mencionarse por su gran impacto y el éxito que obtuvo, es la interpretada en 1968 por Janis Joplin.
Cantada con un tono desgarrador y acompañada de un punteo incisivo de la guitarra, la convierte en una versión de excelencia, con un gran sentimiento y poder. No podía ser de otra forma viniendo de este ícono de los 60’s, símbolo de la contracultura femenina de la época considerada la primera mujer en convertirse en gran estrella de rock.
Cantada con un tono desgarrador y acompañada de un punteo incisivo de la guitarra, la convierte en una versión de excelencia, con un gran sentimiento y poder. No podía ser de otra forma viniendo de este ícono de los 60’s, símbolo de la contracultura femenina de la época considerada la primera mujer en convertirse en gran estrella de rock.
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