Por Daniel Movilla
En general los seres humanos transitamos por la vida con atonía. Somos llevados en volandas por unas normas sociales impuestas y aceptadas a lo largo de muchos años. Normas que van marcando nuestro camino día a día, y que nos adormecen en un mar de conformidad muy peligroso.
Esa es la generalidad de la vida. Y así podemos llegar a vivir muchos años, sin que nada ni nadie altere lo mas mínimo las pautas de comportamiento social que nos han dado de generación en generación. Nos han enseñado a vivir desde pequeños conforme a unos clichés muy marcados y es notorio que el ser humano es un animal de costumbres que va haciendo suyos los comportamientos que ve hacer a las personas del entorno en el que crece.
Pero, y siempre hay un pero con forma de oportunidad, de pronto y sin saber por qué, en una determinada situación, surge la revolución y una vez que se instala en nuestro subconsciente, ya nada es igual que antes. Donde había atonía, habrá inquietud. Donde antes conformidad, ahora inconformismo. Y lo mas importante, donde antes miedo, ahora arrojo y decisión. Y creo que en España, ese momento ha llegado ya.
Como ya he dicho antes, no se sabe casi nunca cual es la chispa real que produce el cambio, pero si es cierto que una vez prendida la mecha, ese cambio es imposible de parar. No importa que nos inunden de propaganda intimidatoria, de vítores a un sistema político muerto. Da lo mismo que empleen tácticas de persuasión que rayan en el infantilismo. Da igual, el momento ha llegado y es la hora de empujar los cambios radicales que necesita España.
Hoy y ahora, en el momento justo en el que el Rey se ha ido, Rubalcaba se ha ido, Rajoy está muerto políticamente, se huele la República, se acerca ya la Reforma del Régimen, necesitamos la Regeneración democrática, se echa de menos la Renovación de la Roja, y así podía seguir poniendo erres hasta consumir varios folios.
Pero creo que con esto es suficiente.
Tal vez y como profunda expresión de deseo,comparto tus palabras.Es notorio y evidente,que algo está cambiando en la sociedad española.Se ha encendido la mecha y no será posible apagarla en un Estado de Derecho.
ResponderEliminarEste 18 de junio,que ya forma parte de la historia contemporánea de España,es el punto de inflexión,en varios aspectos.Nada será igual,a partir de mañana.Espero que el cambio iniciado,transite por el camino de la concordia.En este aspecto,tengo dudas. Hay demasiados frentes,que pretenden el desmenbramiento de esta Nación.Sólo pediría que impere la razón,el diálogo y la sensatez,para evitar un enfrentamiento de imprevisibles consecuencias.
Estamos atravesando tiempos muy difíciles.La ciudadanía está aguantando demasiado,los arreones de un gobierno que hizo de la dureza en la represión,del custodio al poder económico y de los Decretos Ley,su forma de gobernar.
El camino emprendido,que en nada coincide con su Programa Electoral,es muy peligroso y nada hace prever,que será modificado.¿Aguantarán los ciudadanos?Tengo serias dudas,que así sea.No obstante,debe imperar la paz y si es preciso,esperar nuestro turno,en las urnas,para demostrar tanta irracionalidad.