Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

29 de mayo de 2015

La pluma libre y afilada

Escribía con el seudónimo de Colombine, Gabriel Luisa o incluso con el de Perico el de los Palotes en muchas de sus publicaciones. Fue pionera en el trabajo periodístico y profesionalizado hecho por mujeres. En toda su obra, que fue tanto literaria como periodística, hubo siempre una constante: la defensa de la libertad y de las mujeres.

La vida de esta mujer no es únicamente un mero soporte de su labor periodística, sino que además, debido a la libertad de su espíritu, que no era el esperado para una mujer de comienzos del siglo XX, constituye, en si mismo, un elemento de análisis y reflexión, pero sobre todo un testimonio de todas aquellas mujeres que a lo largo de la historia se han salido de la norma y se han atrevido a saltarse lo establecido y a transgredir.

Carmen Burgos Segui nació en 1867 en Níjar (Almería) aunque pasó su infancia entre Rodalquilar y Almería, en la que se acabaría estableciendo pasados los primeros años de la adolescencia.

Nace en el seno de una familia de la pequeña burguesía de ideología republicana y liberal, lo que le permitió ser parte de ese escaso porcentaje de la población que sabía leer y escribir; el ambiente rural del pueblo de su infancia forjarían su espíritu, tal y como ella misma reconoce: "Allí, con su rudeza, se moldeó mi espíritu en el ansia de los afectos nombres y en los ideales de Justicia y Humanidad. (…) allí cuajó mi alma la llama de su sol en olas de arte y rebeldía" 

Ciertamente, siempre supo salirse de la norma y, prematuramente adulta, se casó con dieciséis años y sin la aprobación de su familia, con Arturo Álvarez Bustos, catorce años mayor que ella, poeta sarcástico y periodista de Almería Bufa.

Sin embargo, el feliz matrimonio acabó tornado en terrible calvario y el interesante periodista que le escribía versos acabó convertido en un hombre que se pasaba el día en tabernas y garitos y volvía a casa de madrugada y borracho.

La vida disoluta de su marido y ser víctima de malos tratos hizo que tomara cada vez mayor fuerza la idea de la separación. Antes, para tratar de mejorar la situación económica familiar y alcanzar una mayor independencia, había comenzado a trabajar en la prensa, y de este modo, fue aprendiendo la carrera de periodista. En poco tiempo, sus intereses se multiplicaron y se hizo más habitual su participación en la vida cultural de la ciudad.

Al tiempo que se dedicaba a esto, decidió seguir los consejos que le daban y estudiar magisterio, obteniendo el título de maestra de primaria y de educación superior. 

En 1901, cuando gana  la oposición, y así su ansiada independencia económica,  se separa de su marido y se va con su única hija a vivir a Madrid, dispuesta a reorganizar su vida, antes de trasladarse a su plaza de maestra en Guadalajara. Además del anonimato, Madrid le proporciona numerosas oportunidades laborales, intelectuales y sociales, que ella pronto aprovechará. Recién instalada publica un libro de poemas Notas del Alma.

Poco a poco irá consiguiendo colaboraciones en distintas publicaciones en prensa: Madrid Cómico, La Correspondencia de España, La Correspondencia Artística, El Globo y ABC

En 1903 se convirtió en la primera mujer redactora de un periódico, El Diario Universal, realizando las funciones de redacción y trabajo en la calle. El director del diario, Augusto Suárez de Figueroa, concedió a Carmen esta oportunidad histórica de escribir una columna diaria titulada Lecturas para la mujer. Además la bautizaría periodísticamente con un sobrenombre que será su seña de identidad el resto de su vida, Colombine, y que utilizaría a lo largo de toda su carrera como escritora. Carmen paralelamente, escribe sus primeros libros: Tratado de las labores y La protección e higiene de los niños.

En una época en la que la mujer estaba recluida en el seno del hogar y limitada a sus deberes de ama de casa y sin apenas derechos, llama la atención que Carmen de Burgos pudiese publicar, en 1904, la encuesta que apareció en el Diario Universal y el libro El divorcio en España.

También tuvo la iniciativa de crear un Club de matrimonios mal avenidos, con la vista puesta en la redacción de una posible Ley del divorcio. Es la primera vez que se tocaba un tema tabú como es el divorcio en un medio de comunicación de una España tan católica. En este año, también la Colombine, se iniciaría en otra vertiente del mundo literario como son las traducciones y su primera traducción será  Historia de mi vida (muda, sorda y ciega) de Hellen Keller.

Viajó por toda Europa gracias a la ayuda que anualmente concedía el Ministerio de Instrucción Pública para ampliar estudios profesionales en el extranjero y así recorre Alemania, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Francia e Italia.

En 1906 abrió una columna titulada El Voto de la Mujer, donde se dispuso a publicar distintas opiniones sobre la conveniencia de otorgar el derecho al sufragio a las mujeres. 

En 1907 publica Cuentos de Colombine, el primer libro con el que consiguió darse a conocer como escritora de relatos, auspiciada por una buena crítica, interesante relato de costumbres en el que narra, entre otros aspectos, las penalidades e injusticias sufridas por almerienses en los tajos mineros de Linares. A partir de entonces, escribirá con asiduidad en las más importantes colecciones de novela corta.

Obtiene en 1909 destino en la Escuela Normal de Madrid, ciudad en la que se estableció definitivamente, tras haber pasado por otros destinos como Toledo y La Laguna. Consigue introducirse en los círculos intelectuales madrileños, pero no le está permitido asistir a las tertulias literarias que se hacen en los cafés. Por esta razón, adopta una postura inteligente, y decide organizar una tertulia en su propia casa. Este salón literario no hubiera gozado de tanto éxito si no lo hubiera dirigido ella, periodista y escritora de éxito, que se encuentra en plenitud, es inteligente, valiente y además guapa, ya que su físico corresponde al prototipo de mujer andaluza, muy valorado a principios del siglo XX, siendo pintada posteriormente por el pintor Julio Romero de Torres.

En 1909 llega a Melilla en pleno conflicto de la guerra de Marruecos, para enviar sus crónicas al Heraldo de Madrid, convirtiéndose en la primera mujer corresponsal de guerra.

Este mismo año marcaría el inicio de otro capítulo más en la vida de nuestra autora. Inicia su relación con Ramón Gómez de la Serna - al que conoce en el salón literario que organiza en su casa - y marcaría un punto de inflexión en su vida tanto a nivel personal como profesional, ya que será nuevamente objeto de duras críticas. La marcada diferencia de edad, 20 años, entre la pareja será un arma arrojadiza, convirtiéndose en una anticipada de su tiempo, capaz de romper cualquier estereotipo.

La relación se prolongaría durante dos décadas, hasta el momento en que el escritor estrena su obra Los medios seres, reservando un papel para María Álvarez, la hija de Colombine. María y Gómez de la Serna vivirían un romance que rompería aquel amor de veinte años. Ninguno de ellos osó decírselo a Carmen, que se enteró por terceras personas. Tras la relación fugaz, el escritor escapó del país y Carmen acogió a su hija de nuevo en casa. Su relación con Gómez de la Serna, terminó de modo abrupto a raíz de esta relación pero después de un tiempo de distanciamiento, mantendrían su amistad hasta la muerte de la escritora.

En 1915 será donde descubra su segunda patria, Portugal, donde  escribe La Flor de la playa, una novela autobiográfica donde los protagonistas, una pareja de enamorados pasan sus vacaciones en Portugal.

Durante su estancia en Lisboa, entra en contacto con la cruzada de mujeres portuguesas, que intenta defender a las mujeres desde ópticas progresistas. Carmen no tardará en crear la cruzada de mujeres españolas, en 1920, donde trabajarán por conseguir una ley del divorcio y la concesión del voto femenino, haciendo incluso una manifestación y entregando en el Congreso un manifiesto donde pedirán todas sus reivindicaciones.

El gran documento histórico La Mujer Moderna y sus Derechos, se publicará en 1929, y en él plasmará el extenso conocimiento acumulado a lo largo de años de luchas, en torno al eterno problema femenino. Como se ha visto, estuvo interesada por la condición de la mujer en todos sus aspectos, pronunciándose sobre la educación, el divorcio, el voto y el trabajo femenino o la prostitución. En esta obra recoge su opinión sobre las principales cuestiones que sobre la mujer había tratado a lo largo de toda su carrera.

Carmen ingresa en 1931 en el Partido Republicano Radical Socialista, con la proclamación de la II República y se dedicará con todas sus fuerzas a las campañas y mítines, y sobre todo a la defensa del sufragio femenino. En ese mismo año, se publica Puñal de Claveles, obra que cierra toda la obra de Carmen. Esta obra está basada en el suceso conocido como el crimen de Níjar que tuvo lugar en 1928 y que inspiraría a Federico García Lorca la creación de Bodas de Sangre

La Colombine, estuvo profundamente comprometida con el feminismo, donde se pone  de manifiesto en sus numerosos textos y conferencias, así como su participación en gran cantidad de organizaciones. A pesar de las contradicciones de su pensamiento, contribuyó a la difusión del ideario feminista y en la consecución de importantes logros relacionados con la situación de la mujer. La desigualdad de la mujer en el matrimonio y el código penal lo trata en El artículo 438, El adulterio y La malcasada, en el que además reflejaba sus propia experiencia matrimonial. 

Su obra fue muy prolífica. Se le reconocen más de ciento cincuenta obras literarias y conferencias tanto en España como en el mundo entero. Por eso sorprende, que haya sido una gran olvidada de la historia. 

Es una mujer hecha a sí misma que vivió de su trabajo y en la que sus ideas chocan con la sociedad conservadora de principios de siglo. Su nombre formó parte de la primera lista de autores prohibidos en 1939, creada por las autoridades del régimen franquista, cuando habían pasado ya siete años de su muerte. De esta forma se borró de las páginas de nuestra historia no sólo su producción literaria, sino los largos años de lucha a favor de los derechos de la mujer.

Carmen de Burgos, murió en Madrid  en 1932, víctima de un infarto.


Fuentes:
Descendientes de Orce (Blog de Andalucía Diversa)
Equidaem (Blog)


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