Por Zaqueo Azcona Benavides
Cada vez salen a la luz más casos de corrupción, lo que considero muy importante para empezar a reducirla. Es decir, para reducir la corrupción es bueno que se dé a conocer el uso del dinero público.
De acuerdo en que la corrupción es muy grave pero hay consecuencias de la misma nefastas y que sin embargo no se mencionan ni en los medios ni en la calle.
Podemos definir la corrupción como la entrega de dinero a poderosos que han hecho un esfuerzo en la realización de alguna obra que se considera de bien publico. Aplicando el paralelismo con la empresa privada los responsables de la realización de algo positivo para la empresa reciben un dinero como incentivo por los objetivos cumplidos.
La diferencia está en que en la empresa el objetivo realizado es bueno para ella. Sin embargo en lo publico hay muchos casos en que no sólo no es positivo sino muy contraproducente. Pongamos por ejemplo el aeropuerto de Burgos, no se utiliza y además requiere unos gastos de mantenimiento. Como consecuencia de la corrupción tenemos que mantener infraestructuras que no se usan.
Otra consecuencia malsana es que, como el dinero que reciben es sucio, llámalo negro o ilegal, no puede gastarse o invertirse en España y hay que llevarlo al extranjero a paraísos fiscales donde no redunda en la economía española.
Hay mas consecuencias, como la perdida de los valores éticos, el pésimo ejemplo a nuestros jóvenes y un largo etcétera, pero quisiera resaltar una que me parece gravísima y es que piensan que son muy listos porque se enriquecen a costa de los ciudadanos que son muy tontos porque no se enteran. Y esto genera una conciencia de casta y unas diferencias sociales cada vez mas graves.
Lo que pasa realmente es que ellos manejan las leyes para garantizar su impunidad y ocultar sus manejos económicos mientras que los ciudadanos no estamos informados y la única intervención en la política es la de votar cada cuatro años.
¿Hasta cuando?
Bienvenido a este espacio... Estoy de acuerdo contigo en esto que dices: lo peor no es la corrupción por si sola, sino sus consecuencias y los efectos directos e indirectos que genera allá donde ésta aparece.
ResponderEliminarCitaré, por ejemplo, el desánimo profundo que provoca en los buenos empresarios y profesionales que no entran en estas intrigas y maniobras; además, las decisiones que se toman cuando la corrupción impera no cuentan con criterios objetivos, sino que se basan en razones torticeras que no tienen nunca en cuenta el interés general; y por citar otra más: los políticos corruptos no cuentan nunca con los mejores profesionales, o con funcionarios honrados y preparados, sino que se apoyan en los más débiles, o lo que es peor, en aquéllos, que como ellos, carecen de escrúpulos, lo que les lleva a actuar no solo en interés del político corrupto, sino también en el suyo propio... aumentando notablemente el coste de sus decisiones para los erarios públicos.
Gracias por tu reflexión y un saludo desde Valladolid.