Por Caminos de Vida y Vuelta
Para nuestra patria,
próxima a la palabra divina,
un techo de nubes.
Para nuestra patria,
lejana de las cualidades del nombre,
un mapa de ausencia.
Para nuestra patria,
pequeña cual grano de sésamo,
un horizonte celeste... y un abismo oculto.
Para nuestra patria,
pobre cual ala de perdiz,
libros sagrados... y una herida en la identidad.
Para nuestra patria,
con colinas cercadas y desgarradas,
las emboscadas del nuevo pasado.
Para nuestra patria cautiva,
la libertad de morir consumida de amor.
Piedra preciosa en su noche sangrienta,
nuestra patria resplandece a lo lejos
e ilumina su entorno...
Pero nosotros en ella
nos ahogamos sin cesar.
No hay comentarios :
Publicar un comentario