"Cada pez en su agua"

Por Daniel Movilla

España en su país muy dado a resumir en dichos populares, razonamientos que requerirían una argumentación mucho mas amplia. Aquí, todos, hemos oído a nuestros padres, decir aquello de "cada oveja con su pareja" cuando querían indicarnos la conveniencia de que nuestras amistades o nuestros amores, debían de pertenecer al entorno social en el que nos movíamos nosotros.

Todo esto, para mi, no dejaban de ser mas que viejos asertos populares que en algunos casos, habían sido superados por la realidad social de hoy día.

Pero el pasado día 13 de octubre, visité México D.F. por motivos profesionales. Por cierto, una ciudad disparatada, con mas de 23 millones de habitantes y con un transito diario de automóviles por encima de los siete millones. Una locura.

Pues allí, en la capital mexicana, escuche un dicho popular que me recordó estas expresiones a las que he hecho referencia hace un momento. Estábamos en un café del centro de la ciudad, preparando una reunión posterior y dadas las pocas horas que tenia disponibles entre mi llegada  a México y mi vuelta a Nueva York, se me ocurrió plantear la posibilidad de reunir en un mismo encuentro a dos empresarios, posibles inversores de un proyecto que hemos puesto en marcha en Estados Unidos.

Mi interlocutor de inmediato soltó una frase que a mi me resulto muy gráfica y contundente: "Cada pez en su agua" me contestó.

A mi vuelta a Nueva York, en el avión, vino a mi memoria la frase y traté de buscarle una aplicación mas allá del contexto en la que fue pronunciada.

Y una detrás de otra, de manera casi inmediata, me vi reflejado en multitud de situaciones donde esa frase cobraba sentido y no era sino un fiel reflejo de lo que sigue siendo nuestra sociedad actual.

Ocurre hoy en los pueblos, donde las cuadrillas no se mezclan en sus tertulias y en sus reuniones, porque son peces de distinta agua, pero ocurre también en las ciudades, donde las distintas familias de un determinado status económico y social, siguen aislando e ignorando a los peces de distinta agua. Ya sea porque el agua por la que transitan los otros peces les parece despreciable económicamente, o al revés, porque a los peces que transitan por aguas económica o socialmente mas humildes, las aguas de aquellos les parecen contaminadas de hipocresía y llenas de convencionalismos sociales desfasados. Lo cierto es que los peces, por precaución, por prudencia o por temor a no sobrevivir, no quieren mezclarse ni cambiar su hábitat. 

Y lo que es peor, es que es cierto,los peces de agua fría, si los colocas en el agua mas caliente, parece que se acaban muriendo. No te digo nada si a un pez de agua salada, le pones en el agua dulce.

Así que ya lo saben ustedes. No solo es una frase o un dicho mas. Es una realidad que la naturaleza pone a nuestra disposición. Hagan suya la frase y extrapolen el dicho a sus vivencias diarias. ¿Con cuántos peces de distinta agua se relaciona usted al día?