Por Mario Conde
Krugman, el discutido Nobel, - sobre todo discutido por los que no están de acuerdo con sus tesis - acaba de referirse al triunfo, esto es, al ascenso electoral de Podemos y sus derivadas, en los siguientes términos: la antiausteridad llega a España.
Es correcto, pero me parece una visión limitada y no demasiado profunda. Salvo que al concepto austeridad - y consiguientemente a su opuesto - los sustraigamos del marco estrecho de la economía para situarlos en el mas amplio de la política y, mas en concreto, en el papel del Sector Público en la construcción de la convivencia en el seno de una sociedad determinada en un momento dado.
Ciertamente Podemos y sus derivadas son consecuencia, esto es, traen causa de la situación de destrozo social causada por un modo de entender la política económica, la austeridad, consistente en otorgar a las macromagnitudes, sustancialmente cifra de Déficit público, el papel determinante, sin que las consecuencias a corto de ese diseño tengan trascendencia para juzgar acerca de la bondad del modelo.
Claro que esas consecuencias se miden en términos de porcentaje de población desasistida. El índice de pobreza aclara globalmente lo que se quiere decir, pero los cortes de agua, electricidad, la búsqueda en contenedores de basura... en fin, todo eso que sabemos, concreta de modo lacerante el plano de las consecuencias de esa política, consecuencias a las que eufemísticamente - y con algo de crueldad - se las denomina efectos colaterales coyunturales del modelo.
El razonamiento de los teóricos de este modelo es lineal: no hay que preocuparse por las consecuencias a corto plazo porque cuando comience la remontada las penurias pasadas se olvidan y todo vuelve a su cauce. Pues a la vista está que no. El Gobierno pensaba que la recuperación económica serviría como curalotodo de las consecuencias de su política.
Por eso digo que si la palabra austeridad se refiere y concreta en un marco de economía, sustancialmente del modelo económico impuesto por la UE, es demasiado estrecha para explicar lo que sucede con Podemos y sus derivadas. Pero si le damos la amplitud propia de categoría política, esto es, de modo de entender las relaciones de los hombres con las cosas y de los hombres entre sí, entonces si que antiausteridad sirve para explicar a esos movimientos políticos. Lo malo es que identificado el causante de tu sufrimiento, el hecho de que años después te diga que vas a sufrir menos no implica un efecto lavadora total.
Dejas de confiar en esa gente. Si una vez lo hicieron, ¿quién garantiza que no volverán a repetir? Además, ¿qué ideas políticas profundas se esconden en quiénes han sido capaces de causar semejante sufrimiento social?. Insisto en que si profundizamos en el debate económico, esas preguntas tienen fallas estructurales serias. Pero en el campo de lo social, en el plano de lo que muchos piensan - con mayor o menor consistencia intelectual - las cosas son como son, gusten o disgusten. De ahí que suceda lo que está sucediendo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario