Lo ha dicho: Jonathan Swift (1667-1745)

"Cuando en el mundo aparece un verdadero genio puede reconocérsele por este signo: todos los necios se conjuran contra él"

14 de febrero de 2015

Las amistades peligrosas

"No crees que con tu azul y el mío juntos haríamos una España mejor?"

Es José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española - camisa azul y mártir fascista - quien garabatea esta pregunta en una nota para Federico García Lorca, poeta rojo abatido por las balas y odio franquista y que lucía mono de trabajo azul en La Barraca, su ambulante compañía de teatro. El ideólogo fascista y el poeta republicano y homosexual fueron amigos y se trataron, por más que la historia se empeñe en enterrar esta incómoda amistad de la que hay varios testimonios.


Hay, sin duda, amistades peligrosas que la llamada memoria histórica trata de olvidar. Por encima de enfrentamientos ideológicos, los primeros años treinta propiciaron un ambiente de camaradería intelectual y personal que hizo que confraternizaran personajes que después se verían encuadrados, en ocasiones no muy a su gusto, en cada una de las dos Españas enfrentadas. Es el caso de José Antonio Primo de Rivera y Federico García Lorca

La incómoda relación de amistad ha sido un tema tabú "discutido, afirmado y negado" por quienes lo conocieron e investigaron "aunque hay más testimonios afirmativos que negativos" según dice Jesús Cotta autor de un ensayo subtitulado "Amistad y muerte de Federico y José Antonio". Tras constatar que fueron amigos, ha estado un lustro "pisando ciénagas para quitar las máscaras ideológicas para ver las afinidades reales"

"Nadie pone en duda la amistad de Lorca con Azaña, sobre la que tampoco hay fotos, pero se duda de su relación con José Antonio porque derriba tanto el mito del poeta izquierdista como del novio virgen y mártir de la España azul y reaccionaria" dice Cotta.

Carlos Morla Lynch
Lorca y José Antonio se trataron indirectamente entre 1931 y 1936, pero se conocieron y fueron amigos a partir de marzo de 1936. Los presentó Carlos Morla Lynch, diplomático chileno y republicano convencido. Fue íntimo amigo de Federico y también trató a José Antonio del que, desde la distancia ideológica pero de la cercanía personal y humana, hace los siguientes comentarios:
"José Antonio me es extremadamente simpático. Todo un varón, fuerte, viril, decidido, con rostro y fisonomía de niño bueno. Nunca mejor aplicada para definirlo que la expresión andaluza "tiene cielo". Su actitud - muy discutida - es noble y levantada, y no habrá republicano - por fanático que sea - que en el fondo de su ser íntimo no lo sienta así"
José Antonio quien definía a la Falange como un movimiento poético que "levantaba la bandera de la poesía que promete frente a la poesía que destruye" y afirmaba que "a los pueblos no los ha movido más que los poetas", se rodeó de un grupo de escritores, la llamada "corte literaria de José Antonio", cuya relación con otros autores de la Generación del 27 y las vanguardias fue intensa.

Es precisamente en estos ambientes de vanguardia donde Lorca y José Antonio también pudieron coincidir. Curiosa y muy interesante era la Sociedad Gastronómica GU, fundada en San Sebastián en 1934. 

Por allí desfilaron gentes pertenecientes a lo que poco años después se conocería como las dos Españas y que entonces compartían una misma pasión por la cultura y la modernidad.

Gabriel Celaya
Uno de los impulsores de GU fue el arquitecto y líder falangista donostiarra José Manuel Aizpurúa. Cuenta Gabriel Celaya que el 8 de marzo de 1936 se citó con García Lorca en el hotel Biarritz de San Sebastián. Lorca había pronunciado el día anterior una conferencia sobre el Romancero Gitano en el Ateneo donostiarra. Lorca apareció acompañado por José Manuel Aizpurúa, fundador de la Falange en San Sebastián. Celaya, llevado por sus prejuicios izquierdistas, se negó a saludar a Aizpurúa, creándose una situación tensa. Tras marcharse el arquitecto falangista, relata Celaya:
"Me preguntaba Federico por qué no había querido saludar a José Manuel Aizpurúa, y por qué entre los dos, le habían creado una situación tan tensa. Yo trataba de explicárselo con frenesí, quizá con sectarismo, y él, incidiendo en lo humano, trataba de explicarme que Aizpurúa era un buen chico, que tenía una gran sensibilidad, que era muy inteligente, que adoraba mis poemas, etc. Hasta que al fin, ante mi cada vez más violenta cerrazón, reaccionó, o quizá quiso que abriera los ojos de sorpresa, con la confesión de lo terrible:
- José Manuel es como José Antonio Primo de Rivera. Otro buen chico. ¿Sabes que todos los viernes ceno con él? Pues te lo digo. Solemos salir juntos en un taxi con las ventanillas bajadas, porque ni a él le conviene que le vean conmigo, ni a mí me conviene que me vean con él"
No hay testigos directos ni fotos de unos encuentros que debieron producirse en el entorno de La ballena alegre, el local donde estaba la tertulia de José Antonio.


Gabriel Celaya rememora las famosas tertulias de La Ballena Alegre. Merece la pena reproducir la palabras de la entrevista que concedió al hispanista Ian Gisbson en la que podemos visualizar el clima que se respiraba antes de que los odios se desatasen:
"Nosotros teníamos una tertulia donde íbamos a tomar café todos los días, era un sitio que se llamaba La Ballena Alegre, en los bajos del Lyon. A esta tertulia íbamos, pues, estudiantes de la Residencia de Estudiantes, que muchos eran actores de La Barraca, del teatro de Federico, iban el mismo Federico, Eduardo Ugarte, que era el otro codirector, con Federico, de La Barraca, muchos residentes y muchos amigos. Y allí nos reuníamos todos los días en el mismo sitio...Nosotros estábamos allí en una mesa. Y en la mesa de enfrente había otra tertulia, que era todos los fundadores de la Falange: José Antonio Primo de Rivera, Jesús Rubio (que después fue ministro), José María Alfaro...Nos conocíamos todos y nos insultábamos, pero era todo como un juego porque nos decíamos: "¡Cabrones! ¡Fascistas! ¡Rojos!". Esto sería el año 1934. No había hostilidad. Las tertulias eran separadas y en los periódicos nos metíamos los unos con los otros, pero no había una cosa de guerra, era cosa de amigos, de intelectuales, de estudantes, y nos veíamos en las mismas exposiciones, en los mismos conciertros, en las mismas obras teatro. Madrid era muy pequeño... Estas cosas que te cuento de La Ballena Alegre, esto de que nos gastábamos bromas los unos a los otros y nos decíamos: "¡Cabrones!", "¡Rojos!", ¡"Fascistas!", como en broma y que luego estábamos juntos tomando una cerveza en el bar del teatro, esto ya no parece verosímil; sin embargo, ¡era así!"
Más adelante detalla el momento en el que Federico le presenta a José Antonio una de las innumerables noches madrileñas donde los jóvenes escritores compartían amistad, literatura, música y copas.
"A José Antonio me lo presentó Federico en Casablanca una noche de whiskys. Yo no había ido con Federico, había ido con un grupo de la Residencia, vamos de la misma tertulia, y allí estaba ya Federico con José Antonio. Casablanca era un cabaret, como se decía entonces, un sitio de baile nocturno. Y allí fuimos después de cenar y allí estaba ya Federico. "Oye, ven aquí - me dice - te voy a presentar a José Antonio, vas a ver que es un tío muy simpático" Y nos presentó. Yo sólo estuve en Madrid hasta el 35. Así que es totalmente cierto que Federico y José Antonio se conocían"
Ian Gibson recoge una anécdota ocurrida el 25 de agosto de 1934 en Palencia. En un céntrico restaurante de la ciudad, mientras los actores y estudiantes de la compañía La Barraca comían, entró José Antonio junto a cuatro falangistas. Al darse cuenta de que allí se encontraba García Lorca, le mandó una nota que acababa de escribir en una servilleta y que leyó Lorca con disimulo:
"Federico, ¿no crees que con tus monos azules y nuestras camisas azules se podría hacer una España mejor?"
Y es que José Antonio, gran conocedor de la literatura española del momento, era admirador de la obra poética y dramática de Lorca. De hecho, José Antonio consideraba a Lorca como el mejor cantor de la imaginada España nacionalsindicalista que nada tuvo que ver con la que finalmente se impuso tras la guerra, una España liderada, en palabras del propio José Antonio, por "un grupo de generales de desoladora mediocridad política" que no tuvo escrúpulos en aniquilar físicamente al poeta granadino e ideológicamente al revolucionario falangista.

García Lorca fue víctima de venganzas personales y del radicalismo de los sectores más reaccionarios de la capital granadina, con Ruiz Alonso a la cabeza, que desató en la capital granadina una represión sin límites. Precisamente Lorca fue a buscar refugio en la casa del poeta falangista, Luis Rosales.

La Falange fue progresivamente adulterada, algunos de sus miembros encarcelados y otros incluso fusilados. En la zona republicana, tres meses después de la muerte de Lorca, también caía vilmente asesinado José Antonio en el patio de la prisión de Alicante. Está claro que lo que se debatía en los campos de batalla no era el triunfo de la legalidad, la democracia, el sentido común o la inteligencia.

Lorca y José Antonio vivieron con intensidad y generosidad, seducían y cautivaban a los que los conocieron, cayeron muy jóvenes víctimas del odio y, tras sus injustas muertes, sufrieron la manipulación de aquellos que los convirtieron en mitos al servicio de ideologías excluyentes. Sin saberlo, o quizá conscientes de ello, cada vez que Lorca y José Antonio compartían whisky y amigos en La Ballena Alegre, lecturas poéticas, tertulias o paseos inconfesables en el Chevrolet amarillo, estaban construyendo la Tercera España.

Fuentes:
Lorca y José Antonio
Lorca y Primo de Rivera, una amistad enterrada

3 comentarios :

  1. No hace usted más que repetir las tesis izquierdistas. No fue el odio "franquista" el que asesinó a Federico. Fue si, "odio", pero debe usted situarlo a la altura de la bragueta. Desde la Capitanía General de Sevilla, D. Gonzalo Queipo de Llano realizó esfuerzos enormes para poder encontrarlo y salvarlo. Fue imposible. Aquellos terribles días muchos venganzas personales, ajenas a la política hicieron acto de presencia. Y parece ser que cierto despechado linotipista del Ideal de Granada tiene la clave de todo. O tenía, claro.

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  2. Algunos de los párrafos de su texto están sacados literales de mi artículo "Lorca y José Antonio" que publiqué en mi blog LA TERCERA ESPAÑA. Le rogaría que lo citase entrecomillado. Gracias http://laterceraesp.blogspot.com.es/2008/10/lorca-y-jos-antonio.html

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    1. Buenos días, efectivamente parte de los párrafos están sacados de su artículo y por eso, en las fuentes, se ha puesto un enlace a su blog donde se puede leer el artículo entero. Si prefiere en vez de poner el título pongo el nombre del blog, o ambas cosas. Le pido disculpas si le ha molestado y aprovecho para felicitarle por su magnífico artículo. Saludos

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